Esta violencia se le conoce a los comportamientos agresivos y violentos por parte de los hijos hacia sus padres o figuras parentales. Esta violencia puede ser física, como golpes y empujones, o psicológica, incluyendo insultos, amenazas y manipulación emocional. Este tipo de comportamiento es una forma grave de maltrato familiar que puede tener múltiples causas, incluyendo problemas emocionales, trastornos de conducta, dinámicas familiares disfuncionales, o una falta de límites y disciplina clara durante la crianza
Los efectos en la adolescencia de los niños a los que no se les imponen límites claros
Los niños que abusan de sus padres han recibido educación:
La autoridad de los padres es inflexible.
Permisiva: excesiva protección, falta de autoridad y satisfacción inmediata de los deseos del niño.-Los padres atraviesan momentos muy difíciles y no ejercen como tales de modo que dejan de lado el cuidado y control del menor.
Aquí el tema central son los límites que cada día son más difusos, por lo cual no aceptan ningún control y son incapaces de asumir frustraciones. Su rendimiento escolar suele ser muy bajo. Se comportan de una forma egoísta con sus padres y, en cambio, son sumisos con los amigos -la violencia se limita al ámbito familiar.
Poseen una identidad frágil por lo cual son dependientes, con grandes conflictos interiores y muy impulsivos. Su blanco más directo son principalmente las madres, siendo la mayoría de los agresores varones, aunque se recluye a más chicas por maltrato.
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No se sentir culpable. Primero, porque no lo
sois y luego, porque la culpa os impide actuar. Cada miembro del sistema
familiar debe intentar cambiar algo por pequeño que sea. No podemos pretender
que los demás cambien, si no empezamos...
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Los límites deben ser claros, no difusos ni
rígidos, porque no ayudan al adolescente a relacionarse mejor en el futuro. Las
expectativas han de ser consistentes con los mismos.
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Los niños sin límites tendrán dificultades para
alcanzar los objetivos propios de la adolescencia ya que difícilmente lograrán
consolidar una identidad sólida.
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Te centra en lo positivo porque, así, podrás
reforzar los puntos débiles del adolescente.
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Cuidar a los que cuidan. Los padres deben volver
a su vida social y de pareja y acudir a terapia. Los padres, que estén o no
separados, hagan equipo.
¿Que hacer para que mi hijo no se vuelva violento para que
no se vuelva violento?
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La educación es fundamental.
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Debemos saber que los hijos son muy importantes
y en nuestras manos está su futuro. Por eso es importante mostrar tranquilidad
en todo lo que hacemos para que ellos nos imitar.
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Desde que nace el niño, debemos establecer lazos
de comunicación con él y evitar que se rompan durante los años. Es importante
hablar con nuestros hijos adolescentes regularmente y escuchar con atención lo
que nos dicen.
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Evitemos tener en casa cualquier conversación
donde se hable de odio y rencor, y transmitamos a nuestros hijos los valores
que consideremos más importantes.
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Los hijos deben sentirse amados, pero no es
suficiente decir que ya lo saben. El amor es el antiséptico más eficaz contra
la violencia. En adolescentes, casi todos los actos delictivos que se dan en
adolescentes son debidos a carencias familiares.
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